Una nueva variante del Covid se esparce por el mundo: ¿qué se sabe de NB.1.8.1 y por qué preocupa a la OMS?

La variante NB.1.8.1 del Covid ya se detectó en más de 20 países y genera preocupación por su rápida propagación. La OMS ya la puso bajo vigilancia.

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La OMS recomienda mantener la vacunación activa, especialmente en mayores y personas inmunocomprometidas ante el avance de la subvariante.

Una nueva palabra comienza a sonar con fuerza entre virólogos, autoridades sanitarias y sistemas de salud del mundo: NB.1.8.1. Se trata de una subvariante del Covid-19, emparentada con Ómicron, que avanza sigilosamente pero con firmeza.

Aunque no encendió aún todas las alarmas, su presencia creciente en más de 20 países llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a incluirla en su lista de “variantes bajo vigilancia”.

Detectada por primera vez en enero de 2025, NB.1.8.1 pasó de representar apenas un 2 % de las muestras globales a superar el 10 % en tan solo cuatro meses. Hoy es la cepa dominante en China y Hong Kong, y fue identificada en destinos turísticos internacionales como Egipto, Tailandia y las Maldivas, lo que aumenta el riesgo de diseminación.

¿En qué países circula NB.1.8.1 y cómo se propaga?

La expansión de esta nueva variante no parece seguir fronteras políticas. Hasta el momento, se ha confirmado la circulación de NB.1.8.1 en al menos 22 países. Los más relevantes son:

  • China y Hong Kong, donde ya es la variante dominante y se relaciona con un repunte sostenido de hospitalizaciones.
  • Estados Unidos, con presencia en siete estados, incluyendo Nueva York, California, Ohio, Arizona y Washington.
  • India, que registra un aumento de casos de cinco veces en un mes, con focos en zonas urbanas densamente pobladas.
  • Australia, donde en algunos estados como Victoria ya representa más del 40 % de las secuencias virales analizadas.
  • Singapur, Taiwán y varios países europeos, aún no especificados, pero incluidos en los reportes de vigilancia genómica de la OMS.

A pesar de esta dispersión geográfica, la OMS no recomienda por ahora cerrar fronteras ni imponer restricciones de viaje. “No hay evidencia de que esta variante sea más grave, pero su capacidad de contagio debe observarse con atención”, advierten desde el organismo.

Más contagiosa, no más letal: el perfil clínico de NB.1.8.1

Una de las características más inquietantes de NB.1.8.1 es su alta capacidad de transmisión. La profesora Lara Herrero, viróloga de la Universidad Griffith (Australia), explicó que esta cepa tiene “múltiples mutaciones que le permiten infectar las células humanas con mayor eficiencia”, lo que podría traducirse en una mayor facilidad para propagarse entre personas.

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NB.1.8.1 no causa cuadros más graves, pero podría esquivar parcialmente la inmunidad, según los CDC y estudios preliminares.

Los síntomas reportados hasta el momento son similares a los de otras variantes de Ómicron. Entre los más frecuentes:

  • Dolor de garganta y congestión nasal.
  • Fatiga intensa y dolores musculares.
  • Fiebre leve o escalofríos.
  • Cefalea persistente.
  • Tos seca y dificultad para respirar.
  • Náuseas, vómitos o diarrea.
  • Pérdida reciente del gusto o del olfato.

Especialistas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. señalan que, aunque los cuadros no parecen más graves, algunos pacientes muestran aparición más rápida de síntomas tras el contagio. Esto puede dificultar el rastreo temprano de os y favorecer la transmisión comunitaria.

Qué dicen la OMS y los expertos: ¿riesgo bajo o amenaza latente?

En su último informe, la OMS reconoce que NB.1.8.1 no parece más letal que otras variantes en circulación, pero advierte sobre su velocidad de propagación y su capacidad para evadir parcialmente la inmunidad. Este doble rasgo—contagiosidad elevada y escape inmunológico—explica su crecimiento en los datos de secuenciación global.

Según el último informe oficial del organismo sanitario global, “los países deben mantenerse alerta, adaptar sus estrategias de vigilancia y fortalecer los sistemas de salud ante la amenaza de nuevas variantes respiratorias”.

A su vez, la OMS recomienda que los Estados continúen ofreciendo vacunas actualizadas contra el Covid-19. Esta advertencia la hace especialmente a personas mayores, con comorbilidades o inmunosuprimidas.

¿Las vacunas actuales protegen contra esta variante?

Hasta ahora, las vacunas existentes siguen siendo efectivas para reducir el riesgo de enfermedad grave y hospitalización frente a NB.1.8.1. Sin embargo, debido a sus mutaciones, es posible que la protección frente a infecciones sintomáticas haya disminuido parcialmente.

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La OMS recomienda mantener la vacunación activa, especialmente en mayores y personas inmunocomprometidas ante el avance de la subvariante.

Los especialistas destacan la importancia de reforzar la inmunidad con dosis de refuerzo, particularmente en los grupos más vulnerables. En países como Australia o EE. UU., los ministerios de salud ya están evaluando nuevas campañas de vacunación de otoño/invierno.

Frente a esta nueva variante, las recomendaciones generales siguen siendo válidas y efectivas:

  • Estar al día con la vacunación y las dosis de refuerzo.
  • Usar mascarilla en espacios cerrados o poco ventilados.
  • Lavar las manos con frecuencia y evitar tocarse la cara.
  • Evitar reuniones si se presentan síntomas respiratorios.
  • Consultar al médico en caso de síntomas persistentes o si se convive con personas vulnerables.

Además, se recomienda estar atento a los informes oficiales y actualizaciones sanitarias. Se teme que el comportamiento de NB.1.8.1 podría evolucionar rápidamente.

Una advertencia que podría anticipar nuevos brotes

Aunque NB.1.8.1 no encendió aún las sirenas globales, su velocidad de expansión en diferentes continentes y su resistencia parcial a la inmunidad sugieren que podría convertirse en una de las cepas dominantes del invierno 2025. Particularmente, se teme que se podría propagar en los próximos meses en el hemisferio sur.

La combinación de alta contagiosidad, síntomas similares y circulación mundial la convierten en una variante que no debe subestimarse. La historia de la pandemia ha enseñado que la vigilancia, la anticipación y la prevención son claves para no repetir errores.