Hoy, domingo 1 de junio de 2025, una tormenta solar severa (categoría G4) está impactando la Tierra. Esta tormenta se debe a una potente eyección de masa coronal (CME) que fue lanzada por una llamarada solar el viernes 30 de mayo. Científicos también advirtieron sobre los efectos de esta energía sobre las tecnologías.
La NOAA advirtió: “Una potente eyección de masa coronal (CME) surgió del Sol la noche del 30 de mayo. Se prevé que la CME llegue a la Tierra más tarde el domingo 1 de junio. La llegada de la CME probablemente provocará perturbaciones geomagnéticas inmediatas con potencial de niveles G3 (Fuerte) y una probabilidad de G4. Es probable que las condiciones se intensifiquen a medida que la CME avanza y los niveles G4 se vuelven más probables el lunes 2 de junio.”
La intensidad de esta tormenta, no sólo dejará auroras boreales en el hemisferio norte; los expertos creen que también van a poder verse auroras australes en el hemisferio sur y fuera de la Antártida, algo que no es tan frecuente.
Las tormentas solares de esta magnitud pueden generar diversos efectos, aunque los expertos señalan que el campo magnético terrestre protege a la población de riesgos directos para la salud. Sin embargo, sí pueden afectar la infraestructura tecnológica:
La buena noticia es que estas tormentas solares intensas aumentan significativamente las posibilidades de observar auroras en latitudes más bajas de lo habitual. Esto incluye las auroras australes en el hemisferio sur.
Bit of an #Aurora going on in New Zealand tonight pic.twitter.com/lGToGjuqQ4
Paul Stewart (@astrostew) June 1, 2025
Durante la madrugada de este domingo 1 de junio, el fenómeno ya pudo apreciarse desde Australia y Nueva Zelanda.
Por la intensidad de esta tormenta, existe la posibilidad de que las auroras también se dejen ver -y fotografiar- desde otras zonas de la Patagonia e, incluso, desde sectores de la región central del país. Algo similar ocurrió durante la tormenta solar de mayo de 2024. Eso sí: quizás no se vean a simple vista, pero podrían registrarse con fotografías de larga exposición, siempre que la cámara apunte hacia el sur.
Si bien no hay garantías, con una tormenta solar tan intensa aumentan las chances de ver auroras desde latitudes poco habituales. Para mejorar la experiencia (y las fotos), hay algunas claves que conviene tener en cuenta.
Primero, alejarse todo lo posible de la contaminación lumínica. Lo ideal es buscar lugares con cielo oscuro y horizonte despejado hacia el sur.
En cuanto al horario, las mejores chances suelen darse en las primeras horas de la noche, poco después del anochecer. Por supuesto, el cielo tiene que estar despejado.
Y como siempre en invierno, abrigarse bien. Vestirse en capas, usar ropa térmica, gorro, guantes y calzado adecuado es fundamental: nadie quiere abandonar la cacería de auroras por frío.
ATENCIÓN ️ | @NWSSWPC ha emitido una advertencia de Tormenta geomagnética severa categoría G4 para el lunes 2 de junio, debido a una eyección de masa coronal (CME).
— Red Geocientífica de Chile (@RedGeoChile) May 31, 2025
Tras una erupción M8.1 durante el día de ayer, se prevé que una CME llegue e impacte a la Tierra con el pic.twitter.com/piDY2fQXlq
¿Querés fotografiarlas? Entonces prepará una cámara que permita configurar manualmente los valores. Lo ideal es usar trípode, enfocar al infinito, abrir el diafragma (f/2.8 o similar), subir el ISO (entre 800 y 3200, dependiendo del equipo) y hacer tomas de larga exposición, entre 5 y 20 segundos. Siempre apuntando hacia el sur, donde es más probable que aparezca el brillo.
Por último, conviene seguir de cerca los pronósticos del clima espacial, como los que publica la NOAA (istración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU.) o la NASA. Estas agencias actualizan en tiempo real la información sobre la actividad solar, la intensidad de la tormenta geomagnética y las zonas con mayor probabilidad de avistaje.